Ya los griegos, al lado de su legendario lema Conócete a ti mismo - grabado a la entrada de Delfos- colocaron un delfín, animal que recibió una protección equiparable a la otorgada a los dioses, al punto de que llegaron a castigar con la muerte a quien osara matar a uno de tales cetáceos. Hay que decir también, que retrotrayéndonos más aún en el tiempo, los aborígenes de Australia conservan leyendas de tiempos remotos en las que cuentan que los pueblos primitivos se dirigían a las playas para comunicarse con los delfines, con los que mantenían una estrecha relación espiritual. De este modo, los delfines llamados con el nombre genérico de Dreamtime (tiempo de sueños), fueron incluidos en la vida física y espiritual de los primeros pobladores de Australia, y las playas donde se solían celebrar los encuentros eran consideradas como lugares sagrados sobre cuyo emplazamiento se guardaba un celosos secreto que solo era transmitido oralmente por los jefes espirituales de las tribus de generación en generación. Con el correr del tiempo, sin embargo, aquéllas prácticas fueron paulatinamente abandonadas hasta que fueron recuperadas por algunos colonos blancos, que habían oído esas leyendas, si bien no antes de que mediara una época durante la que los delfines pusieron a prueba a esa nueva "especie", y llegaran a considerar a sus miembros dignos del intercambio...
"Ningún ser de la creación es más divino que los delfines; ya existían con anterioridad al hombre y compartían las ciudades con los mortales, pero por orden de Dionisos pasaron de la tierra a los mares y tomaron la forma de los peces". Oppian
El interés actual por los delfines sería una especie de redescubrimiento para el hombre moderno, que hoy renueva con entusiasmo el estudio de esta especie, en especial al saber que poseen una sorprendente capacidad curativa para el hombre, sobre todo en el caso de los discapacitados mentales. Estamos hablando de una nueva técnica terapéutica que hoy se conoce como "Delfinoterapia"